Los niños perciben las diferencias en el tono de piel desde la infancia, y hablar con los adultos sobre lo que ven les ayuda a entenderlas y a abrir su mente al mundo. No hay dos personas exactamente iguales y debemos celebrar estas diferencias. El tono de piel y la raza/etnia son aspectos importantes de la identidad de cada persona. Hablar sobre ello ayuda a su niño/a a conocerse mejor a sí mismo/a.